TRABAJO VOLUNTARIO: CUENTO
Claudia Vidal
Lo que le sucedió a un joven llamado Eduardo
Estaba Marta hablando con su madre de esta manera:
-Mamá, mi profesora de música me ha propuesto algo y me ha
dicho que es muy fácil de conseguir siguiendo sus pautas. Te prometo que es una
buena oportunidad, y que me lo estoy planteando seriamente, ya que tendría
muchas ventajas económicas.
Y entonces, Marta le contó a su madre la propuesta de su
profesora. Cuando terminó, su madre le dijo a Marta:
-Mira Marta, había una vez un
corredor llamado Eduardo, que no era pobre, pero tampoco rico. Un día, estaba
entrenando en su club, y mientras corría, pensaba en que, cuanto más entrenase,
más medallas y carreras ganaría, y cuantas más medallas y carreras ganase, más
rico y famoso se haría.
Después pensó, que siendo
tan rico y famoso, podría comprarle una casa de lujo a sus padres y una casita
de oro a su perro. Pensando esto, empezó a correr más rápido para mejorar su
meta de entrenamiento y así conseguir los objetivos que tenía en mente, con la
mala suerte de tropezar y caer al suelo rompiéndose una pierna. Cuando se
calló, empezó a llorar pensado en que no podría tener lo que él deseaba.
Así que, Marta hija, no te
dejes llevar por la imaginación y la ambición; trata de que la decisión que
tomes sea realista y eficaz para no llevarte ninguna desilusión.
A Marta le ayudó mucho el
consejo de su madre, y al final tomó la decisión correcta y la fue muy bien.
Hay gente tan pobre en el mundo que lo único que tienen es
dinero.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario